Hola a todos, hace unos meses al pasear cerca del Ebro me fije en un ave que revoloteaba cerca del rio como si intentara pescar una presa, me pare a verla detenidamente en su afán por conseguir su preciado trofeo y cuál fue mi sorpresa al descubrir el tipo de ave que estaba frente a mis ojos, y automáticamente y sin poder evitarlo exclame ¡una gaviota! Y comencé a tener una risa floja ante mi asombro, ¿Qué hacia una gaviota tan alejada de la costa?.
Yo estaba acostumbrado a verlas todos los días ya que en la ciudad donde yo nací están por todas partes como si se trataran de palomas en cualquier parque de una gran ciudad, pero desde que estoy viviendo en Zaragoza no había visto ninguna y menos tan lejos de la costa y eso realmente fue lo que me sorprendió.
Con el paso de los meses los diarios de noticias de Aragón están empezando a escribir sobre dicha cuestión, eso sí poquito de momento, ya que parece que no tiene mucha importancia, pero por otra parte yo me pregunto, ¿es normal que una especia de ave que está totalmente vinculada al mar como son las gaviotas, este colonizando tierra firme?, parece que sí, que a este tipo de fenómenos de la naturaleza nadie les da importancia. Es como cuando en pleno invierno y casi nevando con una temperatura por debajo de 0º miras al campanario de la iglesia del pueblo y ves a una figura casi fantasmal que ya no tenía que estar, pero esta y es la cigüeña, ¿Cuál es la causa de que en muchos lugares de España las cigüeñas ya no realizan su tradicional migración?.
Como veis día a día en el blog siguen quedando preguntas a las que no les podemos dar ninguna explicación, pero lo que está claro es que dentro de unos años en la ciudad de Zaragoza y cuando estemos en la plaza delante de la Basílica del Pilar, no estaremos rodeados de palomas, lo estaremos de gaviotas y todos lo veremos con total normalidad.
Un fuerte abrazo para todos.
Buena informacion Santi, gracias
ResponderEliminarPues sí, son, creo, gaviotas reidoras y yo que soy de Avilés igualmente me sorprendí hace diez o doce años cuando las ví por primera vez en las islas de piedras del Ebro, o nadando junto a los más frecuentes y asiduos cormoranes. Es una especie que sube muchos veranos incluso hasta los pantanos del Pirineo por los afluentes y no es raro verla en Zaragoza. Lo que sí me resultó más llamativo fue ver (y oir) hace tres días una bandada de otra variedad que no pude identificar claramente pero que me pareció (aleteo, graznido, color y tamaño aparente) de argentea y además muy alejada del curso del Ebro. En fin, amigo Santi. Un saludo y sigamos dejándonos sorprender. Jesús Castañón.
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